domingo, 21 de diciembre de 2014

Merlo, San luis, Mendoza , Puente del Inca y Cristo Redentor

Continuamos con mi aventura y mis primeros viajes, por supuesto que al principio allá por finales de los 50 o principio de los 60   , solo los muy  ricos  salían al extranjero, pero la clase media  podía  tomarse  vacaciones, por lo menos en Argentina  eran épocas de  vacas gordas o  yo con mis  ojos de niña  era lo que sentía,   que en mi casa  podíamos irnos de vacaciones TODO UN  MES ENTERO.
 Cuando ya fui un poco mayor,  comenzamos a viajar por el  país,  y  mi padre  me  llevaba un poco a la montaña o sierra y otro poco al mar.
Como  ya sabéis la Argentina es muy muy grande y   para alguien  de la capital, poder ver una  sierra, una elevación del terreno  hay que hacer muchos, muchos kilómetros de campo  "LA PAMPA"
Dentro de la provincia de Bs.Aires, la  sierra más cercana es Tandil  y sino  ya  vas hacia la provincia de Córdoba  y son lo más cerca a  mas de 650 km.

Con seis o siete años  fuimos a Merlo provincia de  San Luis,  ríos, montañas. con mucha vegetación,  diques,…



Varias noches mi padre y mi tío salían a  cazar y al día siguiente  buscábamos un lugar bonito, con agua, sombra y lugar donde poder hacer un conejo asado…
 Por supuesto los juegos eran subir a un árbol, hacer  una piscina en el río para  poder nadar, visitar las iglesias de algunos pueblos. Allí hay muchos lugares donde se  hacen pequeños altares donde   alguien tuvo  un accidente  y no sufrió grandes lesiones, o  si  fueron más graves,  pudo  salir de ello o por otros motivos.
Dado que me gusta tanto la montaña,  fuimos  varios años a San Luis a  Potrero de los Funes, ahí un pantano muy grande, un hotel que ahora llamaríamos rural,  con pensión completa, donde   habíamos  muchos chicos para jugar  y   la aventura de ver  huellas de  tigre, pantera,   o algo así , ya no recuerdo, o uno de los camareros  que nos  daba una vuelta en la moto que tenia.
Nuestros juegos a la hora de la siesta era ir detrás del hotel, bajo los árboles a    cavar  en la tierra u buscar gusanos para  que los que estaban en el hotel pudieran pescar en el pantano, y los fines de semana  venían  de las ciudades más cercanas  gente con lanchas  a  navegar, hacer esquí acuático y a pescar. Todo  estaba permitido.
Y por supuesto  pasábamos  unas vacaciones que no había tiempo para el aburrimiento.

Otro año  fuimos a Mendoza y después a Potrero de los Funes,  en Mendoza, cuna del vino, vistamos bodegas, y  los campos de viñedos que son distintos a los de España,  las vides son altas, grandes,  están en enrejados   y claro todo a una niña de 6 - 7 años  le parecía gigante, desde las uvas,  melocotones y los toneles de vino.





No tenía a tiempo para el aburrimiento, disfrutaba cada momento de las vacaciones, aprendiendo a  recomer aves rapaces,  ver como hacia pan  en  cabañas humildes,   visitara algún museo, todos los días eran aventuras  sin parar. 

y de Mendoza me olvidaba lo mas importante, llegar al Cristo Redentor
  con la frontera con Chile,, pasando por los caminos de lso caracoles y por Puente del Inca,  que ahora es un lugar muy turístico y  existen unas de las mejores pista de esqui.


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